Las letras de Astrud son conocidas por ser tremendamente irreverentes y ácidas y éste es un buen ejemplo. Astrud no habla de amores imposibles ni se pierde en quimeras becquerianas sino que habla de la realidad, de la vida, utilizando todos los recursos posibles, incluso la provocación, el humor o los sentimientos. Éste es un buen ejemplo de la música que les llevó a la cima del INDIE nacional.
Este año ya lo sabe,
lo de los reyes y los padres.
Su madre le ha traído del colegio,
y se lo ha dicho todo en un momento.
Se lo ha dicho porque ya tiene diez años
y hace días que andaba preguntando.
Pero él no quería saberlo,
hubiera preferido un par de años más de hacerse el sueco.
Y ahora ya es seis de enero,
y ya se levantan sus hermanos pequeños.
Sale al salón, y mira a su madre a los ojos,
y ve el árbol y los regalos, y entiende
que eso era todo, era todo.
El árbol, los regalos, eso siempre ha sido todo.
Sus hermanos le miran
y le señalan una caja.
Él se acerca y rompe el precinto.
Y sí, era lo que había pedido.
¿Y ahora qué hacer, después de la primera gran mentira?
Porque eso es lo que es,
no una ilusión o un juego sino una mentira,
una mentira, los reyes son mentira.
Eso es lo que es,
no una ilusión o un juego sino una mentira,
una mentira, es mentira.