"Eso si, los comentarios de la parte baja parecen emperorar según ¿evoluciona? el programa. Se pone pronto de moda el alabar a las vírgenes de los pueblos y hacer promoción de la "patria chica". Desde Asturias a Cádiz los mensajes citan a decenas (o a cientos) de vírgenes. Pobrecillos míos, supongo, que, aburridos tanto como el que suscribe, no tienen otra cosa que hacer. O eso, o los "viva la virgen" no son más que "fakes" introducidos por el programa para rellenar. Cualquier teoría me parece válida."
"Es mejor debatir una cuestión sin resolverla, que resolver una cuestión sin debatirla." Joseph Joubert. Pensador y moralista francés.
La programación del verano, desgraciadamente, no sólo deja mucho que desear sino que nos acompaña,rncomo la alergia o el calor, hasta el final del mismo.
Y también los malos profesionales, aunque ésto es algo de lo que no nos libraremos ni en Diciembre. Bien nos lo demuestra un programa que no entiende de estaciones: El gato al agua.
El formato, emitido en la cadena del toro, nos demuestra como una cadena "seria" puede vomitar una tertulia política más chabacana aún que la de La Noria.
Casi al empezar el programa me incorporo a la emisión, y me encuentro con un grupillo de periodistas discutiendo, hasta aquí, todo bien, pero cuando empiezan a hablar confirmo el tono que va a adquirir la presente crítica.
No se equivoquen, no me parece mal que existan tertulianos de derechas, sino que, absolutamente todos lo sean, y no de la de Gallardón precisamente sino más bien de la de Franco, o la de su adulador Ricardo de la Cierva.
El argumento (la falacia) en torno a la que se estructura el debate parece claro/a, bajando los impuestos hasta retirarlos, conseguiremos que el consumo y la economía crezcan y luego cuando pase la crisis, podremos cobrar una verdadera cifra de impuestos. Si fuera tan fácil ya lo habría hecho el parlamento, ¿no creen?. Si no vemos una España libre de impuestos como quieren los "hombres de bien" de la derecha ultramontana, es, precisamente, porque los únicos privilegiados, serían los más ricos, y porque, cuando pasara la crisis, no volverían los impuestos al nivel actual.
El PP se queja reiteradamente de que 800000 familias tienen a todos sus miembros en paro, yo respondo que peor sería que esos casi tres millones de personas no tuvieran para comer porque se les ha retirado la pensión por desempleo.
Y es que es muy fácil decir que los jóvenes no tienen ingresos propios, cierto en parte, pero mucha más falta les hace a los cientos de miles de padres de familia cuarentones que ya no encuentran trabajo porque la patronal es "racista" con las personas de su edad. Esto no salió en el debate.
Tanto éste partido como sus acólitos en la "media" presumen de gastar un discurso "obrerista", por lo menos, antes de las elecciones. La argumentación de los tertulianos afines es incoherente y elogia el neoliberalismo mientras aprovecha el drama de millones de trabajadores, pequeños autónomos y pensionistas en beneficio propio intentando atraerse electoralmente a las personas que más necesitan los servicios públicos que destrozan cuando llegan al poder.
He visto incluso a algún columnista demagogo y poco afortunado afirmar que el PP no es que haya girado al centro socialista sino más bien a la izquierda "carrillista". Me gustaría verle la cara a algún forero de por aquí si Rajoy dijera que tiene de referente ideológico al "asesino" y "genocida" (rara vez un forero pepero sabe lo que es en realidad un genocida) de Don Santiago. Tal como está la cosa, todos los rojos de puño en alto e Internacional nos vemos votando a la derechona, o a la "izquierdona pepera" xD
Indigentes mentales aparte, y pensando en ésto, empiezo a fijar mi atención en un vídeo que emite la cadena en medio de la tertulia, que, cómo ya anuncié, no tiene nada que envidiar a las de Jordi González.
Se empieza a citar ya el pacto de Toledo, a mi sólo con hablar de su disolución, se me ponen los pelosrncomo escarpias, pues es la única garantía oficial que tenemos los trabajadores para que no nos destrocenrnlos servicios y subvenciones públicas.
Ver a tanto liberaloide defendiendo posturas más que radicales e ir más allá del gobierno en el temarneconómico me produjo un estrés que me impidió dormir hasta bien entrada la madrugada.
Tras una pausa publicitaria regreso de nuevo y, vislumbrando a los tertulianos conversar, porque no discutir, pues eso supondría que existen varias opiniones enfrentadas, sobre temas como los 400 euros, medida que, por cierto apoyó el PP de manera casi total compruebo pronto la bajeza de los periodistas, obsesionados patológicamente con el gobierno alcanza niveles estratosféricos.
El socialismo, ariete de la patronal cuando es verdadero, se convierte mágicamente y en boca de los tertulianos en el peor enemigo del obrero y el trabajador.
Poco interesado en la ¿discusión? empiezo a otear el marcador de votos. Compruebo, según parece, que si, que los espectadores de Intereconomía si, son ultraconservadores hasta llegar a la náusea política pero no gilipollas. Por mayoría absoluta deciden no ponerse de acuerdo con la postura oficial de la cadena respecto a "los 67 años", al igual que pasó, verbigracia, con la ampliación de la jornada laboral.
Eso si, los comentarios de la parte baja parecen emperorar según ¿evoluciona? el programa. Se pone pronto de moda el alabar a las vírgenes de los pueblos y hacer promoción de la "patria chica". Desde Asturias a Cádiz los mensajes citan a decenas (o a cientos) de vírgenes. Pobrecillos míos, supongo, que, aburridos tanto como el que suscribe, no tienen otra cosa que hacer. O eso, o los "viva la virgen" no son más que "fakes" introducidos por el programa para rellenar. Cualquier teoría me parece válida.
Volviendo a lo que se cocía por la parte de arriba del televisor, reconozco que había algún periodista que sabía hablar, y tenía capacidad de convicción. El gato al agua es (algo) más que demagogia. No obstante entre algunos "señores" y lo de las vírgenes sigo alucinando en colorines aún. No me he repuesto todavía. Por lo demás, no hubo nada destacable, nada que merezca la pena.