El Lobo Estepario. Sólo para locos. No para cualquiera.
  Gilipollas sin fronteras
 

"Cuantas mujeres tendrán que ser vejadas y humilladas en

nuestras fronteras para que nos demos cuenta de que hay

personas y países que no merecen la pena y que no saben

lo que es negociar."

 

 

 

La política es el arte de los artistas fracasados, sino que

se lo pregunten a medio hemiciclo. Allí, en el extranjero,

esa tierra tan mentada como codiciada, los políticos son

más o menos, igual de corruptos, pero tienen cultura,

estátus, capacidad para administrar y todas esas cositas.

Aquí en España, nos quedamos a dos velas, políticamente

hablando, y nos toca soportar a una extensa y ruidosa panda

de gualtrapas, tiñalpas y tontos del haba y/o del ciruelo

que ocupan sillón en el parlamento o en la administración.

Nada más abrir el periódico, uno se da cuenta de los

desmanes y tropelías que comete a diario nuestra infame

clase política.

 

Esta es una historia de como un país con Historia, recursos

naturales, excelente clima y maravillosa gastronomía se

ha convertido en el hazmerreir de Europa gracias a sus

políticos.

 

Cortijo-España es un país de ridículo peso en el extranjero

pero que consigue tener enemigos en todo el mundo, así lo

demuestran los últimos conflictos en "tierras morunas".

Aquí cualquier país puede reclamar, inventándose la Historia,

territorios aquí, desde Melilla a Galicia, que se lo

pregunten si no a los paletos integristas de Marruecos.

 

Y lo peor no es que haya imbéciles dispuestos a tal

afrenta al sentido común sino que nosotros les seguimos

el juego y lo convertimos en el debate nacional.

Harto está uno de ver programas como la Noria (que, a falta

de programas buenos en su estilo como 59 segundos

se han convertido en la referencia nacional en cuanto

a debate se refiere) en los que los tertulianos para ser

aplaudidos les basta con hacer cuatro menciones al

racismo y un poco de demagogia.

 

Es más que curioso que en la "feminista" españa de Zapatero

se mente al racismo cuando alguien honrado arremete (acertadamente)

contra la analfabeta e inepta policía marroquí.

Cuantas mujeres tendrán que ser vejadas y humilladas en

nuestras fronteras para que nos demos cuenta de que hay

personas y países que no merecen la pena y que no saben

lo que es negociar.

 

Con la justificación de "el racismo prepotente del

hombre blanco lo arreglamos todo". Es una excusa que ya

nos vale tanto para disculpar a un delincuente de

otro país como para no poner órden en nuestras fronteras.

Llegará un día en el que nuestra hipocresía, nuestra corrección

política, y nuestro analfabetismo acaben pasándonos factura.

Pero no una de esas facturas que se pagan sino algo

mucho más grave incapaz de solucionarse. Quizá entonces

rectifiquemos. (o quizá no)

 

No podía hablar de estos temas tan interesantes sin opinar

sobre el hitlercillo español y sus provocaciones histriónicas

en la frontera. Jose María Aznar nos ha demostrado una

vez más, que la derecha puede llegar a ser aún más patética

que la izquierda en cuestiones internacionales. Una vez

más el plusmarquista y balón de Oro en la sinvergonzonería

política se alza con el triunfo a varios segundos de

sus rivales.

 

 

 

 

Tanto tocar los cojones con visitas inesperadas y con

envío de tropas tenía que acabar mal, así lo saben

los españoles secuestrados en Afganistán, cuyo rescate,

ha pagado generosa y religiosamente el gobierno como

si de construir una escuela se tratara.

Ríos de demagógica tinta se han escrito sobre la moralidad

ética de pagar en los secuestros, es decir, ceder a las

extorsiones de las bandas terroristas para salvar a "compatriotas".

Discusiones banales y estúpidas como los argumentos del gobierno,

comparando la negación del pago incluso con el asesinato.

 

El verdadero crímen es financiar el chantaje de bandas

armadas que van a utilizar todo el dinero que se les dé

y que van a pedir más para asesinar a más gente. La

liberación de dos personas puede convertirse en la muerte

de otras veinte, pero qué más da si no son compatriotas, y

ocupan menos secciones en los informativos. Si aquí lo que

interesa es apelar a los sentimientos y al corazón de

los españoles, tomarles por subnormales y que no se enteren.

 

Si mañana mismo hubiera un atentado en Madrid de Al Qaeda

los demagogos de la izquierda monclovita empezarían a hacer

las maletas y a comprarse caretas para ocultar su rostro

por la verguenza que supone el haber obrado con incompetencia

sin pensar en el futuro cual mal estudiante que no se preocupa

de lo que será el día de mañana.

 

Porque no lo olviden, un adulto no es más que un niño

sin ilusiones y nuestros políticos no se salvan de esta premisa.

 
 
   
 
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