El gobierno de Jose Luis Rodriguez Zapatero se sometió ayer mismo a una cuantiosa operación de "lifting" que llevaba tiempo esperando, por parte de los ciudadanos se exigia mayor transparencia, mejor gestión y mas socialismo de izquierdas, por parte del gobierno, se conformaban con una manita de pintura para que la caja de los desastres socialista luciera mas honrosa y que se ocultara mas el inmovilismo del ejecutivo.

Triunfo una vez mas la versión del poder, y el partido del gobierno se adentra en una sencilla operación de estética que le quite 20 años políticos en apariencia, en la practica seguirá igual de apegado a la filosofía postmodernista-neoliberal.

El gobierno afronta esta renovacion a traves de una serie de cambios de gabinete, pero la ideologia no se vera notablemente modificada en esencia.

El primero de los cambios consiste en dar terreno politico a uno de esos felipistas a los que la gente tiene tanto cariño. De esos que cada vez que hablaban subía el pan. No hay mejor político para ser definido por esta proposición que Rubalcaba, uno de los grandes hombres del centro PSOE-ro. A pesar de ello, o mas bien como consecuencia de ello, el que antaño ocupara la cartera de Interior se perfila como uno de los favoritos para protagonizar la cantada sucesión de Zapatero.

El segundo tendrá que ver con la compresión de algunos ministerios, como Igualdad, que formara parte del de Sanidad. Asuntos que bien poco tienen que ver, aunque, mirado desde esta perspectiva, lo verdaderamente descolocante es que siga existiendo una secretaria de estado para criminalizar al hombre y fomentar medidas "hembristas". Alla cada cual con su vergüenza.

El tercero aupa a Valeriano Gomez como ministro de Trabajo, una cartera que se plantea de gran objetivo volver a hermanar a sindicatos y gobierno, algo, altamente probable, no, debido a las cesiones del ejecutivo sino al seguidismo de los "defensores del obrero", los cuales, presumiblemente, verán aumentadas sus subvenciones.

El cuarto y no por ello menos importante es el que relaciona a Rosa Aguilar con su entrada en el ejecutivo. Voy a ilustrar mi opinion con un poco de historia: Unos siglos antes de Cristo los Romanos estaban en guerra con los diversos pueblos de la península por su hegemonía en la misma, entre ellos, uno de los mas "guerreadores" el Lusitano. He aqui a un emperador romano al que se le ocurre una excelente idea, infiltrar a alguien en el circulo de confianza del caudillo lusitano, para prometer a dos hombres, empleados del mismo, altas sumas de dinero por su cabeza. Los mercenarios cumplen sin porfía su parte del trato, pero cuando van ante las autoridades romanas se encuentran de pago solamente esta frase que forma parte de los anales de la Historia: "Roma no paga a traidores". En este caso podriamos afirmar, "Roma no paga a traidores, el PSOE si". La señora Aguilar intento destrozar el partido desde dentro durante los años que estuvo, y ahora en su nuevo destino, se sentirá de lujo aunque arrastre algo de nostalgia del partido del que fue gran enemiga incluso siendo afiliada y "miembra" xD del mismo.

Una serie de modificaciones que, fieles al espíritu de la postmodernidad, como se ha citado antes, retocan las formas para seguir con el mismo fondo.

Las consecuencias, ya las elegira el votante, no obstante, se nota un falso "guiño" a la izquierda, que algunos columnistas de Publico, por cierto, no dejan de tildar de verdadero, que puede arrebatarle algunos sufragios a Izquierda Unida, ademas, puede que algunos abstencionistas se vean atraidos por la nueva cara del gobierno e intenten flirtear con ella a traves de las urnas.

Por mi parte he de decir, que ya se comentara en este blog segun vayan llegando, hasta entonces, estaremos en la expectativa.