"Por si alguno se pregunta cuál es la razón de tal furibunda crítica, y porqué hoy precisamente, y en un
blog de una página de televisión, alegaré en mi defensa que acabo de venir de la página web de megaupload,
donde se me avisaba someramente de que un disco había sido "retirado por infracción del copyright".
Ese tipo de coletillas siempre le revuelven a uno el estómago, sobre todo, cuando proceden de una
página web, supuestamente libre, de descargas.
Descargar algún disco del más que afamado grupo "Efecto Mariposa", para legos, decir que han compuesto temas
como "por quererte", se ha convertido en una proeza, en algo tan imposible que pagaría a quién me diera un
enlace publicado antes de la fecha de presentación de la presente crítica."
"Desde la SGAE estamos comprometidos con el desarrollo de la Sociedad del Conocimiento. En la SGAE creemos en Internet y en la digitalización como instrumentos de progreso." Vergonzante perla extraída de un artículo de El Mundo.
En pleno siglo XXI después de inventar la Imprenta, descubrir américa, aprobar las constituciones de todos
los países del mundo y la declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano, después de inventar la SDN, la
ONU, la UNESCO, y después de extender la democracia a prácticamente todo el mundo, con alguna
excepción en África y Asia, vuelve la restricción de las libertades públicas y privadas, vuelven los diezmos
y primicias desde los estados para pagar a asociaciones, vuelven dichas instituciones a determinar las
decisiones políticas subyugando la soberanía popular.
Quizá a algún lector le parezca exagerado y victimista lo que digo, crea que existe eso a lo que la televisión
llama democracia, que existe libertad para todo, que la justicia es justa, pero sin duda me dará la razón cuando
le anuncie que el presente escrito cursa sobre las Sociedades de Gestión de Derechos.
Bajo este inocente nombre se esconden asociaciones con ánimo de lucro cuya tarea es allanar el camino a las
discográficas y artistas "de renombre" para que se enriquezcan a costa de conculcar los derechos del ciudadano,
el cual, debe pagar por la cultura y el entretenimiento elevados precios, sin que nadie lo remedie.
Sus métodos, desde borrar enlaces con descargas hasta multar al pobre ciudadano que quiere que los asistentes
a su boda escuchen música. Un compendio de chanchullos, trapicheos y cambalaches de los que el estado es
cómplice activo. Tanto es así, que la Unidad de delitos Cibernéticos de la Policía se ha convertido en
un organismo que trabaja para la SGAE.
Por si alguno se pregunta cuál es la razón de tal furibunda crítica, y porqué hoy precisamente, y en un
blog de una página de televisión, alegaré en mi defensa que acabo de venir de la página web de megaupload,
donde se me avisaba someramente de que un disco había sido "retirado por infracción del copyright".
Ese tipo de coletillas siempre le revuelven a uno el estómago, sobre todo, cuando proceden de una
página web, supuestamente libre, de descargas.
Descargar algún disco del más que afamado grupo "Efecto Mariposa", para legos, decir que han compuesto temas
como "por quererte", se ha convertido en una proeza, en algo tan imposible que pagaría a quién me diera un
enlace publicado antes de la fecha de presentación de la presente crítica.
Como hablar sobre todo esto sin afirmar que éste no es un caso aislado, ya seguro que hasta para "bajarte" un
disco de "Nuevo Mester de Juglaría", un grupo excelente, pero al que por su estilo, sólo conocemos cuatro,
de ellos dos y medio castellano-leoneses, uno español, y medio latinoamericano, debes dar mil vueltas en vano,
o lo que es peor, registrarte y regalar tus datos a una empresa que te envíe correo basura todos los días
y los venda al mejor postor, siendo objeto de virus y esas cositas.
Con tal de ganar dos duros, los dueños de las páginas web se sirven de todas las artimañas posibles para
que los no registrados, se registren, tardando en ocasiones, más de 6 horas en enviarte el e-mail de confirmación.
Decir, que, como acto de protesta, yo no me he registrado aún en ninguna página web que lo exija.
Creo que me he desviado del tema y lo voy a retomar, el caso, es que las leyes, sean Sarkozy o Zapatero ya
no sólo te impiden compartir archivos, sino, que además te cobran un "impuesto revolucionario" para
financiar a la mafia calabresa montada por SGAE, RIAA y demás. Ellos lo llaman el "Canon digital". Nosotros
les llamamos hijos de puta.
No sé si son 800 millones de euros al año o así, habría que consultarlo, pero he de decir, que, a mi, me
afecta especialmente ya que vivo de un negocio familiar al que, por tener televisión, le cobran una especie
de impuesto de lujo público relaccionado con el canon digital. Ellos lo relaccionan con el visionado gratuito
y masivo de los vídeos musicales de los Bisbales, Bustamantes, Coldplays, y demás basura, como si viera
yo alguno.
El caso es que son, agárrense, 30 euros mensuales, pagados religiosamente, a espera de un pleito colectivo
al que asistiremos si nos dejan, dentro de 2420 años o así, cuando el aparato catódico en cuestión ya se
haya convertido en un fósil.
Resulta curioso comparar las similitudes entre la Iglesia y la SGAE, la primera tenía
Diezmos y Primicias, la segunda, el canon digital, la primera perseguía a los herejes, la segunda a los piratas y a los
librepensadores con su Policía del Pensamiento, que, gracias al gobierno, es la misma, que, verbigracia,
detiene a los asesinos, la primera tenía el monopolio de la educación, la segunda, educa a las masas
a través de su opinión monopolista en los medios de masas o capitalistas.
Dentro de poco harán redadas en la "Campus party" y empezarán a confiscar ordenadores para encontrar algo que nos incrimine. Porque usted, no lo olvide, como internauta, ya es un delincuente, un pirata y un desvergonzado. Un pendejo electrónico (Teddy Bautista dixit).